Prosiguiendo con mi inmersión en el mundo del TDD, hace poco he finalizado un curso online que me ha parecido excepcionalmente bueno. Impartido por JB Rainsberger, y con el modesto título de “World’s best intro to TDD”, durante más de 20 horas de vídeo, nos desgrana diferentes acercamientos (approaches que llaman) al desarrollo de software utilizando TDD.
Mi intención en este blog es ir hablando de estos acercamientos en el futuro, además de otras cosas que he aprendido en el curso. En cualquier caso, nada como realizarlo si estáis interesados en el tema (su precio, 97 dólares, me parece barato después de haberlo hecho, creedme). Comenzaré con una técnica que me ha gustado especialmente a la hora de trabajar con interfaces, conocida como “Tests de contrato” (o contract tests).
En su charla “Políticamente Incorrecto”, David Bonilla comentaba, entre las risas de los presentes, que abandonó la carrera de Derecho para estudiar Informática debido a que le resultaba agotador pensar que siendo abogado debería estar toda su vida estudiando.
La verdad es que hemos elegido una carrera donde no queda otra que reciclarse continuamente, y dedicar gran parte de nuestro tiempo libre a mantenerse actualizado. Eso siempre y cuando nos consideremos verdaderos profesionales, y no personas que han decidido trabajar de programadores para ganarse el pan sin más. Esta última opción me parece totalmente respetable, siempre y cuando no se termine en quejas continuas de lo mal que esta la profesión o de las pocas subidas de sueldo que se obtienen.
Continuamos con el repaso a la obra de Fowler. En la primera entrega nos centramos en describir qué es una aplicación empresarial, pasar lista a una serie de métricas de rendimiento, y destacar algunos de los patrones descritos en la primera parte del libro. En este nuevo post, que espero no quede demasiado farragoso, intentaré resumir los que considero los patrones más interesantes de la segunda parte.
Recientemente, y tras varios meses de lectura sosegada, he terminado este libro. Todo un clásico del Software, publicado hace más de una década. Su autor, Martin Fowler, del que ya hemos hablado alguna vez, es una referencia imprescindible para entender la evolución de nuestra industria.
Mi intención con estos posts es resumir en mayor o menor medida el contenido de esta obra, y dar mi opinión sobre su vigencia en este mundo que evoluciona vertiginosamente.
En el anterior post introdujimos Gradle como herramienta de desarrollo y gestión de proyectos software. Comentaba al final del artículo que no me convencía demasiado la forma en que se llevaba a cabo la resolución de dependencias, así que intentaré explicar a qué me refiero exactamente.