No está siendo este el mejor año para mi blog. Por unas cosas o por otras, nunca he encontrado el tiempo para sentarme a escribir, pero no creo que esto sea necesariamente malo, la vida pasa por etapas y no siempre tienen que apetecer las mismas cosas.
A primeros del año pasado me animé a formalizar una lista de propósitos de año nuevo, animado por la Bonilista. Ahora que acabamos de entrar en 2018 ha llegado el momento de hacer retrospectiva y mirar un poco hacia el futuro.
En nuestra profesión no nos pagan por estar sentados un determinado número de horas por día al ordenador, sino por utilizar nuestros cerebros de la forma más eficiente posible para aprender y resolver problemas.
Hará unos tres años completé el curso Learning How to Learn de Coursera, y uno de los temas que trataron me marcó especialmente. Se trata de la división entre los dos modos de funcionamiento de nuestro cerebro cuando tratamos de resolver un problema: modo “enfocado” (focused) y modo “difuso” (diffused).
Inspirado por el post Los 7 pecados capitales del Product Owner publicado hace unos años por Jerónimo Palacios me he decidido a recopilar los que son, para mí, los siete pecados más importantes que he cometido o he visto cometer a programadores a lo largo de mi carrera.
Todos estos pecados pueden, por sí mismos, llevar a la ruina a un proyecto de desarrollo, algunos de forma más rápida que otros. Pero cuando son realmente dañinos es cuando se dan de forma conjunta.
A lo largo de mi carrera he vivido todo tipo de procesos de onboarding. Hoy estaba reflexionando sobre este tema, ya que en mi empresa se están revisando algunas cosas al respecto, y he comenzado a rememorar los que a mí, por suerte o por desgracia, me tocaron en el pasado.
Creo que muchísimas empresas no tienen realmente clara la importancia de optimizar la experiencia de aterrizaje para los nuevos empleados que entran a trabajar en sus oficinas. Y es un gravísimo error, ya que desde el día cero se está invirtiendo dinero en esa persona. Sería ideal por tanto que esa inversión genere un retorno óptimo lo más pronto posible.